Típicamente están asociados con sistemas que requieren de rodamientos: motores, molinos, roladoras, rodillos, y un sinnúmero de otros equipos. En condiciones óptimas los rodamientos generan pequeñas vibraciones intrínsecas a giro mismo del sistema, lo que denota un rodamiento en buenas condiciones.
En la medida que los baleros y otros componentes del rodamiento se desgasta, las vibraciones aumentan, de tal suerte que mediante una supervisión sistemática de su nivel de vibración, se puede anticipar la programación oportuna del mantenimiento del propio rodamiento o su sustitución si fuera necesario.
Sin embargo los rodamientos no son los únicos dispositivos que requieren de una supervisión sistemática de vibraciones. Los sensores de vibración pueden ser empleados como una forma de confirmar el estado de encendido en motores, UPS y otros dispositivos similares, como una forma alterna a un contacto seco.
Por último, los sistemas de tuberías complejos también se benefician de una medición continua de vibraciones. Nos permiten alertar de forma anticipada posibles situaciones de riesgo, o necesidad de purga en el sistema.
No hay aliados más incondicionales para lograr una operación sin sobresaltos, que los sensores de vibración, los que nos permiten una gestión adecuada y evidenciar oportunamente riesgos potenciales en la infraestructura a nuestro cargo.
Te invitamos a que nos contactes para ello!