Son varios los parámetros que determinan una buena calidad del aire y aquí les mencionamos los más importantes:
PM2.5 y PM10.0. El material suspendido respirable presente en la atmósfera de nuestras ciudades en forma sólida o líquida (polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento y polen, entre otras) se puede dividir, según su tamaño, en dos grupos principales. A las de diámetro aerodinámico igual o inferior a los 10 µm o 10 micrómetros (1 µm corresponde a la milésima parte de un milímetro) se las denomina PM10 y a la fracción respirable más pequeña, PM2.5. Estas últimas están constituidas por aquellas partículas de diámetro aerodinámico inferior o igual a los 2.5 micrómetros.
Los científicos sugieren que este tipo de contaminación, y particularmente las partículas procedentes del tráfico urbano, está asociado con incrementos en la morbi-mortalidad de la población expuesta y al creciente desarrollo del asma y alergias entre la población infantil.
CO. Monóxido de Carbono.
El monóxido de carbono es un gas inodoro, incoloro, insípido, tóxico y muy inflamable, aunque no es irritante, por lo que su exposición puede pasar completamente desapercibida. La principal fuente de emisión del monóxido de carbono se produce en el sector transporte debido a la combustión incompleta de gas, petróleo, gasolina, carbón y aceites. En pequeñas concentraciones, puede dar lugar a confusión mental, vértigo, dolor de cabeza, náuseas, debilidad y pérdida del conocimiento. Si se produce una exposición prolongada o continua, pueden verse afectados el sistema nervioso y el sistema cardiovascular, dando lugar a alteraciones neurológicas y cardíacas.
CO2. Bióxido de Carbono.
El CO2 es resultado del proceso de respiración, en el que los componentes alimentarios de animales y plantas se oxidan para la obtención de energía, desprendiéndose en la reacción, dióxido de carbono y agua. La inhalación de elevadas concentraciones, puede originar hiperventilación, pérdida del conocimiento, taquicardias y dolores de cabeza. Si la exposición es prolongada o repetitiva puede provocar alteraciones en el metabolismo de la persona. Sin embargo recientemente el CO2 ha cobrado mucha popularidad por ser el parámetro que se emplea para conocer que tan bien ventilado es un espacio por temas de COVID.
De ahí que el Sentinel, sistema que cuenta con una amplia de sensores para medir la calidad del aire sea muy socorrido en los últimos años. Con el Sentinel se pueden implementar estrategias de ventilación de forma muy sencilla, activando la ventilación espacios donde la calidad del aire es prioridad ante una situación de saturación por cualquiera de los gases anteriores.